Este segundo producto de DEATH SS fue un gran paso hacia adelante en todas las áreas, empezando con el hecho de que contaron con mejor equipo. La canción que da nombre al disco, en mi opinión es de las mejores que jamás hayan concebido. La clara influencia Sabbathiana es sólo un pequeño aspecto del total de este enorme canción. La melodramática y agónica voz de Steve son simplemente el pináculo de la locura, envuelta en grandiosos riffs y efectos, junto a una batería lenta y un bajeo profundo. Una canción para recordar en momentos de pesadilla. La segunda es una versión en vivo de “Black Mummy”. Tal vez podría sonar un poco inmadura en lo que se refiere a la composición y ejecución, pero hay que tener en mente que ellos sólo tenían 16 años cuando lo hicieron. De cualquier manera, “Black Mummy” es un auténtico cántico de funeral, con vocales agudas y los eternamente escabroso riffs de Paul Chain. Los pulmones de Steve Sylvester estaban en gran forma, auque su técnica era cruda, por así decirlo. Disco demoniaco y asfixiante, no por nada ellos fueron los auténticos “Kings of Evil Metal”
miércoles, 3 de noviembre de 2010
"The night of the witch” 7”ep ‘82
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